Inicio: ¿Que es el coaching?

¿QUE ES EL COACHING?

El coaching se conoce como una nueva profesión, pero ni el coaching ni la figura del coach son algo nuevo. El método de Sócrates se basaba en lograr que los demás encontrasen sus propias respuestas, y esa es también la base del coaching actual. El coaching se considera un método socrático.

Creemos que es fundamental aclarar que cuando se habla de coaching se está hablando de un proceso: un interesante proceso mediante el cual tomas conciencia de tus propios valores y potenciales, y durante el que puedes llegar a descubrir tu misión personal y llevarla a cabo. El coaching puede ayudarte a lograr lo que le pidas a la vida en cualquier ámbito, y es de gran utilidad para permitirte alcanzar los objetivos que te propongas.

A lo largo del proceso de coaching se desarrolla la habilidad de realizar importantes cambios y de avanzar en nuevas áreas. Durante las sesiones, el coach te ayuda a clarificar quién eres, en qué punto te encuentras, qué haces, qué quieres, para qué lo quieres, y hacia dónde deseas encaminar tu vida a partir de ahora.

El coaching es también un proceso de genuino descubrimiento de uno mismo; todo ello sin indagar en el pasado y siempre apuntando a nuevas posibilidades y alternativas, convirtiendo las dificultades en oportunidades de crecimiento y ayudándonos a ir más allá de los problemas.

¿QUE NO ES EL COACHING?

No debería confundirse el coaching con psicoterapia, PNL, consultoría, mentoring, ni con otras metodologías o herramientas asociadas al liderazgo. El coaching parte de un sistema propio y está absolutamente diferenciado de cualquier otra disciplina. Desde la visión del coaching, el cliente cuenta con todos los recursos para su desarrollo: el coach es un solidario acompañante durante el proceso.
                         
Un coach no es un psicólogo, y si encuentra alguna patología remite al cliente a un profesional psicoterapeuta. Se entiende que cuando alguien acude a un psicólogo lo hace para cubrir sus necesidades psicológicas básicas, con el objetivo de vivir una vida normal y saludable. Cuando alguien acude a un coach es para ir más allá de las necesidades básicas. La psicoterapia ayuda a las personas a adaptarse al medio y a disfrutar de una normalidad psíquica y emocional; el coaching nos ayuda a ir desde la normalidad hasta la excelencia. Quien acude a un coach quiere obtener más del hecho de estar vivo y está decidido a alcanzar objetivos que aumenten su satisfacción y su calidad de vida.

Un coach tampoco es un consultor; un coach personal es un observador activo que cuestiona, interroga, que enseña incluso a preguntar, pero que se abstiene de juzgar, de dar consejos o de sacar conclusiones.

En la metodología conversacional propia del coaching, la escucha, la apertura mental y la atención, juegan un papel primordial. El coach ofrece apoyo, estímulo, inspiración, y desempeña el rol de “espejo” del cliente (también llamado coachee). Un buen coach es un compañero y socio de indudable valía a la hora de enfrentar retos, dudas y momentos de cambio en la vida.

¿POR QUÉ NO SE TRADUCE LA PALABRA “COACHING” AL ESPAÑOL?

La palabra coach originalmente significaba carruaje. Partiendo de esa idea surge la figura del coach deportivo: Un entrenador que lleva al deportista hasta la meta que se ha propuesto alcanzar, acompañándole durante todo el camino. En los años 80 aparece el coaching desligado del deporte: Como una metodología dirigida a los ejecutivos que sufrían de estrés y sentían perder el control de sus vidas.

Como no existe ninguna palabra para traducir “coaching” al español, seguramente acabaremos aceptando el anglicismo, como asumimos en su día “marketing”, que la R.A.E. tradujo en un principio como “mercadeo” y que al final todo el mundo llama "marketing".

“Coach” se podría traducir como “entrenador personal”, pero sería una traducción incompleta. El coach personal potencia y estimula, pero es mucho más que un entrenador.


El coaching es un gran hallazgo, especialmente necesario en el momento actual, tanto para el mundo laboral y empresarial como para cualquier ser humano que quiera enriquecer su vida y darle un mayor sentido: EL PROPIO. Por ello es fundamental saber distinguir y separar el coaching de lo que realmente no lo es.

A partir del Coaching Ejecutivo y con un paralelismo esencial, surgió el Coaching Personal (en inglés, “life coaching”) que es el coaching aplicado a cualquier terreno de la vida, no sólo al profesional. Es, por así decirlo, traducido literamente, el “coaching vital”. El coaching en su aplicación personal tiene reservado para cualquier ser humano  -mentalmente sano- un disfrute mayor de sí mismo y del entorno, y un estilo de vida más pleno y coherente. En definitiva, el coaching siempre implica -si es verdadero coaching- una mejora sustancial de la propia calidad de vida.

Quienes ya conocen el Coaching Ejecutivo saben que ayuda a ser más efectivo, a optimizar el tiempo, a mejorar las relaciones, a descubrir nuevos caminos, a disfrutar más del trabajo, a lograr objetivos medibles y a equilibrar la vida personal y la profesional. El coaching se está convirtiendo en el estilo de liderazgo del siglo XXI. Todas las empresas consultoras quieren ofrecer coaching porque el mercado lo solicita cada vez en mayor medida. Por otro lado, son cada vez más los particulares que contratan un proceso de Coaching Personal para cubrir sus propias necesidades, con el fin de avanzar en algún aspecto de su vida, superar una crisis, cumplir con una meta soñada durante mucho tiempo, adaptarse a un nueva situación, emprender un proyecto nuevo, cumplir con un propósito que se nos resiste, cambiar de trabajo o de profesión, sobrellevar un problema y hallar su solución, ...y todo lo que queramos añadirle que signifique un cambio, un avance, y cuya finalidad sea la de mejorar nuestra calidad de vida en algún aspecto. Vivir un proceso de coaching mejora nuestro enfoque de los retos y las pruebas, nuestra actitud frente a ellos y en general, y ayuda considerablemente a incrementar nuestra capacidad de disfrute.


¿CÓMO SELECCIONAR A UN BUEN COACH PERSONAL O EJECUTIVO Y RECONOCER UNA BUENA ESCUELA DE COACHING?

Lo fundamental para reconocer a un buen coach es la primera sesión de prueba. Si es un/a verdadero/a coach, si es bueno/a, creemos que no deja duda de que lo es desde la primera conversación, independientemente de que uno tome o no la decisión posterior de contratar el proceso de coaching. El buen coach, lo es de vocación (ya lo decía John Whitmore), y quien no lo es, probablemente no llegará a serlo por mucha formación/información que obtenga ni de dónde.

Quizás debiéramos cerciorarnos de que nuestro Coach Personal o Coach Ejecutivo haya recibido recibido formación en alguna escuela de reconocido prestigio. (Es importante solicitar testimonios directos -en el caso de que se trate de una escuela de coaching- o referencias de los clientes/coachees -en el caso de que hablemos de un coach personal o ejecutivo-. Esta es información de primera mano y, por lo tanto, creemos que la más fidedigna y útil). El oportunismo y el afán de negocio pueden mostrar conseguidos disfraces, pero la opinión de los clientes siempre es la más esclarecedora. Asegúrate de que las referencias o testimonios incluyen algún dato de identidad y contacto del firmante (e-mail, teléfono o dirección).